Acabamos de recibir una reseña que nos hizo sonreír de principio a fin. Una chica nos contó que, desde que usa el bálsamo 6 en 1 de Gheelove, su neceser se ha vuelto mucho más ligero. Ya no necesita mil botes que acaban caducando sin usar y, sobre todo, encontró una manera eficaz y simple de cuidar su piel.
Y lo mejor: es la primera vez que vemos el impacto real de un cliente contándolo con sus propias palabras. No es lo mismo leer en la etiqueta “multifuncional” que escuchar que alguien de verdad está ahorrando tiempo, dinero y preocupaciones.
Hablando de preocupaciones… ¿han visto esos videos de Instagram y TikTok donde chicas se aplican 7, 10 productos distintos en su rutina de mañana y noche? Todo con música, filtros y frases motivadoras. Es tendencia. Moda. Pero la realidad de muchas mujeres es otra. La rutina de media hora, con diez botes, no funciona para quienes tienen trabajo, familia o simplemente ganas de dormir un poquito más. Muchas ya están saturadas y solo quieren algo que funcione, sin complicaciones.
Y aquí es donde entra la ciencia y los dermatólogos: no estamos inventando nada.
La Dr. Anjali Mahto, por ejemplo, advierte que usar demasiados productos con activos distintos puede irritar la piel y romper su equilibrio natural. La Dr. Azadeh Shirazi nos recuerda que en consulta ve a diario personas que se complican demasiado: limpieza, hidratación y protector solar son suficientes. El Dr. Muneeb Shah va más allá: dice que solo necesitamos esos dos productos como base, y todo lo demás debería ser opcional, según necesidades específicas.
¿Y saben lo más curioso? Incluso la Dr. Ranella Hirsch y los doctores Loren Franco y Usma Syed apoyan esta idea de “skinimalism”: pocas capas, ingredientes bien formulados y concentrados, nada de exceso. Porque, sorpresa, más productos no significan mejor piel. A veces significan irritación, confusión y pérdida de tiempo.
Incluso hay estudios que lo respaldan: un régimen de solo dos pasos (un suero antioxidante y una crema con SPF) puede mejorar visiblemente la piel sin necesidad de rutinas interminables. La ciencia lo confirma: menos puede ser más.
Por eso creemos que simplificar no significa renunciar, sino ganar. Ganar tiempo, ganar espacio en el baño, ganar tranquilidad y cuidar la piel sin generar residuos innecesarios. Menos frascos, menos gasto y una rutina que realmente funciona.
Al final, el cuidado personal debería ser eso: personal. No un checklist viral ni una presión social. Algo que te haga sentir bien en tu piel, que se adapte a tu vida y que además respete tu tiempo y el planeta.